ADAPTACION DE UN GATO ADOPTADO:
- Gatolandia
- 9 abr 2018
- 2 Min. de lectura

Como norma general, en cualquier proceso de adaptación, los gatos necesitan tener un espacio propio y totalmente equipado con todos los recursos que el gato necesita (arenero, comida, agua, rascador y cama o cueva) desde el cual iniciaremos la adaptación del gato. Puede ser una habitación o un jaulón, siempre dependiendo del tamaño del gato o de los recursos disponibles. Llamaremos a este espacio, “zona segura”. Algo muy importante que tenemos que tener en cuenta en todos los casos es que bajo ningún concepto hay que forzar al gato a salir de un escondite durante el proceso de adaptación. Es algo muy violento para ellos, rompe su confianza en nosotros y puede desencadenar en una situación de agresión. Hay que respetar los tiempos del gato, esperando siempre que sea él el que de los pasos y avance en la adaptación. Otro aspecto muy importante es nuestra actitud. Hay siempre que mantener la serenidad, no gritar ni ponerse nervioso sea cual sea la situación y hacer un uso importante de la empatía. Tenemos que ser pacientes, hay gatos que tardan más tiempo en hacer vida normal con la familia, no hay que tirar la toalla a los dos días ni esperar que el gato se abalance sobre nosotros nada más vernos. Pongámonos en su situación, ellos no entienden el cambio que acaba de experimentar su vida y nosotros somos, en su forma de ver las cosas, un peligro potencial. La mejor forma de que vean que no tienen nada que temer es respetando su espacio y su evolución. El contacto físico debe estar limitado a los momentos en los que el gato este cómodo con él. Esto es especialmente importante en casas con niños pequeños. Si el gato está escondido fuera de su zona de seguridad y creemos que no va a volver a ella, hay que dejar cerca de su escondite todos los recursos necesarios (agua, comida, arenero) para que pueda valerse de ellos hasta que se atreva a llegar mas lejos.
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